La laguna no tenía mucha agua, ni todavía estaban las grullas de paso en su larga emigración, pero fue un momento mágico, porque el paisaje era precioso y estaba con algunas de las personas que más quiero en el mundo... Estos momentos que parecen sin valor son los que realmente valen la pena...
5 comentarios:
Tio era un puto secarral y no se podía pasear por ningún lado...menos mal que nos tenemos a nosotros. Como diría Mr Paste: ole, ole y ole.
Quien dijo que un secarral no puede ser bonito, nunca valoramos las pequeñas cosas que tenemos...
Las valoro si no están a 130 km de donde vivo para estar 1200 segundos o a cincuenta minutos del sitio donde comemos jaja Magnífico paisaje...lo mejor la buena compañía...una pequeña gran cosa que sí valoro
Yo lo que sobre todo valoro, fue la peaso de comida que nos metimos...
asi se habla penetreitor
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